Analizo varios cuentos a través de una perspectiva tanto erudito como personal—dos puntos de vista que Costamagna incorpora simultáneamente en su obra. Los mismos momentos en que Costamagna incluye un elemento, personaje, o evento estrafalario, también imbuye lo mismo con un motivo identificable en la vida cotidiana.
Recientemente he pensado bastante en el concepto del cuerpo. Mucho en mi propia vida como mujer, y también bastante en el contexto de nuestra clase, A New Boom?: 21st Century Latin American Women Writers. Hablemos en clase de los varios tipos de violencia que dañan y violan los cuerpos de las mujeres y la gente femenina. El cuerpo es la expectativa, el logro supremo: la figura femenina se centraliza en varios arquetipos de la mujer como la madre (e.g., child-bearing hips), la virgen (e.g., que evidencia la validez de su virginidad cuando se tapa con ropa recatada). Pero también, este mismo sitio—y este mismo hiperenforque en el cuerpo físico de la mujer— fluctúa en términos de su valor según su valor/novedad sexual. Y porque el cuerpo está tan involucrado en crear el valor de la mujer en total, esta fluctuación dirige una negociación constante del valor de la mujer como humana o como producto reemplazable (una negociación entre hombres, la media, negocios que benefician de crear inseguridades para mujeres).
Alejandra Costamagna entiende e incorpora mucho estas cuestiones de la objetivación del cuerpo femenino, pero también nos hace pensar en otro forma del cuerpo humano: el cadáver. En muchos cuentos por todo su colección Imposible salir de la tierra, Costamagna incluye cadáveres y describe sus rasgos distintos. A veces el cuerpo está “pálido” y es “blanco, inmóvil, tieso”. En otros, aparece con complejidad y una choque de elementos que no coinciden como una “figura esquelética y a la vez hinchada” (50). Para Costamagna, un elemento central del cadáver la transitoriedad: “Les dicen cuerpos. De un minuto a otro dejan de ser personas y pasan a ser cuerpos” (51). La transitoriedad existe para cada cuerpo: femeninos, masculinos, y todo entre. Esta transitoriedad, al contrario de la fluctuación negociada del cuerpo femenino, no es deshumanizando, sino un rasgo evocador y unificando de la experiencia humana.
En varios cuentos, Costamagna subraya momentos en que el cuerpo femenino se hace desechable en los ojos de hombres. Por ejemplo, en el primer cuento, la protagonista empieza una relación intensa con su jefe, sólo para encontrar que él le despidiera a ella y termina su relación porque “usted no es lo que necesita la empresa, eso es todo” (11). Es más, en el capítulo “Cachipún”, dos mujeres que hacen trabajo sexual deciden quien servirá a cuál cliente por un juego de Cachipún – algo bien arbitrario (24). En cualquier caso, la mujer se hace un servicio temporal a un hombre que controla el intercambio (y de esta manera es inmovible, casi inmoral en comparación a la transitoriedad de la mujer). Sin embargo, la apariencia repetitiva del cadáver interrumpe esta construcción del hombre como duradero y pide de nuevo (reorder) el valor de manera no patriarcal.
Leer Imposible salir de la tierra, en conjunto, fue una experiencia sorprendente. La experiencia de vivir en cuerpo femenino es mucho más extensiva que la objetivación. El cuerpo está lleno de sentimientos inesperados, tiene capacidades y habilidades más fuertes de lo que podemos anticipar y se revela como naturalmente temporal por el tiempo, la enfermedad, y la muerte. Costamagna no trata de esconder la vulnerabilidad del cuerpo. Al contrario, enfatiza esta vulnerabilidad de una manera que muestra la fuerza de las convicciones femeninas que experimentan los personajes. Es esta subversión que se transforma esta experiencia de leer su obra en algo casi corporal, visceral, que el lector/la lectora puede sentir profundamente tanto en el cuerpo como en el alma.
Más sobre la autora:
Alejandra Costamagna Crivelli (nacida en 1970) es escritora y periodista consumada de Santiago, Chile. Es conocida al nivel global y sus obras se ha traducido a italiano, francés, inglés, turco y coreano (Hablemos Escritoras). Ha recibido varios premios por su escritura como una beca de la Universidad de Iowa International Writing Program (2003), el Premio literario alemán Ana Seghers (2008) y el reciente Premio Herralde (2018). Existen tantos recursos en línea de su obra, como más de 50 videos de entrevistas con ella y revistas de sus obras, y también más de 50 eventos que dirigió en varias universidades como el Center for Latin American Studies en la Universidad de Florida (2024), FIL Buenos Aires Hay Festival (2023), y el Conmemoración del Golpe Cívico-Militar en Chile 1973 / 2023 en la Universidad de Standford (2022).
Costamagna es escritora de En voz baja (1997), Ciudadano en retiro (1998), Malas noches (2000), Cansado ya del sol (2002), Imposible salir de la tierra (2016), y tantas más. Mi reseña responde a la obra Imposible salir de la tierra, una colección de cuentos cortos que aborda con temas como el amor, el encaprichamiento, la enfermedad, la locura, la muerte, y la relación (relaciones a veces sorprendentes) entre todos estos. Todos los cuentos se narran por mujeres que están actuando en impulsos y situaciones graves, lo que ilustran varios microcosmos de los límites de la razón humana y rompen las costumbres de cómo debe comportar una mujer. A veces estos comportamientos son bastante violentos y la violencia recircula hacia ella, pero al mismo tiempo iluminan elementos de este rompe de expectativas que liberan a estas mujeres mismas.
Works Cited
“Alejandra Costamagna Crivelli”. Hablemos Escritoras. Accessed May 5, 2024. https://hablemosescritoras.com/writers/347