Jornada primera: el amor y la muerte

La primera jornada de La vida es sueño ya contiene unas de las misma ideas y matices que contienen los poemas de Góngora en términos de la muerte y el amor. Desde encontramos a Segismundo como audiencia, comenzamos a entender su perspectiva de la muerte. En página 40, inmediatamente después de descúbrese, Segismundo dice: “qué delito cometí contra vosotros naciendo; aunque si nací, ya entiendo que delito ha cometido Bastante causa ha tenido vuestra justicia y rigor; pues el delito mayor del hombre es haber nacido” (versos 105-112). Esta parte tiene las misma raíces de la poesía de Góngora y muchos otros de la época. Góngora usa palabras como “tierra”, “polvo”, y “sombra”, para describir es destino de todo. El base de su escritura se sitúa en la idea que la vida solo sirve para lograr el cielo y cumplir los deseos de Dios. Me interesa que la misma idea aparezca en la jornada primera de La Vida es Sueño, cuando habla Segismundo. Este repetición de pensamientos sobre la muerte refleja las ideales religiosas de la época.

Un poco después, en una monologo que comienza en página 45, parece que Segismundo habla a un amante, y también incluye ideas de la lucha ideología entre la vida y la muerte. En la media del monologo, dice, “tú solo, tu has suspendido la pasión a mis enojos, la suspensión a mis ojos, la admiración al oído” (versos 220-223). Me fascina esta parte a debido a lo que viene después. Segismundo continua, diciendo, “Ojos hidrópicos creo que mis ojos deben ser; pues cuando es muerte el beber, beben más, y ‘esta suerte’ viendo que el  ver me da muerte, estoy muriendo por ver” (versos 226-230). Creo que Segismundo tiene un idea de muerte muy casual, pero más importante, no experimenta nada dificultad o tristeza con la realidad de la muerte y habla del tópico con frecuencia. Este es un tema repetitiva en muchas de las obras que hemos leído. Estoy curiosa en como esta perspectiva sobre la muerte va a continuar en todo esta obra, y que es el destino de Segismundo.