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¿Quién es Martín Fierro? Comparando el gaucho de “Canto I, libro primero,” con la idea y idealización de un vaquero americano

Todos sabemos como nuestra sociedad conceptualiza la vida de un vaquero americano. Lo hemos visto en historias y en películas. Reconocemos un vaquero como individuo soltero, que sabe bien como andar un caballo, que puede disparar una pistola, alguien que puede sobrevivir en el Salvaje Oeste, y a la vez esta idealizado por las cualidades que tiene. Pero, ¿cómo podemos comparar este preconcepto con lo que encontramos en “Canto I, libro primero” del gaucho Martín Fierro? Me parece a mí que casí son reflejos de uno al otro. Desde la primera estrofa, vemos la idea de estar solo en la vida: “Aquí me pongo a cantar/ al compás de la vigüela, / que el hombre que lo desvela / una pena extraordinaria / como el ave solitaria / con el cantar se consuela.” (1-6)

El tema de cantar y el imagen del una vigüela (o guitarra impregna) el poema. Creo que eso sirve para idealizar este estilo de vida que siguen los gauchos. También encontramos lenguaje que usa la naturaleza para poetizar la vida de un gaucho: “Yo no soy cantor letrao, / mas si me pongo a cantar, / no tengo cuándo acabar y me envejezco cantando, / las coplas me van brotando / como agua de manantial.” (49-54)  Podemos ver este concepto otra vez cuando dice, “Yo soy toro en mi rodeo / y torazo en rodeo ajeno, / siempre me tuve por güeno / y si me quieren probar, / salgan otros a cantar / y veremos quién es menos.” (61-66)

Creo que el imagen presentado aquí es muy similar al imagen del vaquero americano, pero con una excepción: parece que los gauchos estaban perseguidos en una manera en que los vaqueros americanos no estaban: “No me hago al lao de la güeya / aunque vengan degollando,” (67-69) Hay una descripción en los margenes que dice que “degollar” fue una manera común de ejecutar a gauchos que fueron prisioneros o heridos.

En la última estrofa vemos otra vez este idea: “Y atiendan la relación / que hace un gaucho perseguido, / que padre y marido ha sido / empeñoso y diligente, / y sin embargo la gente / lo tiene por un bandito.”(109-114)

 

Don Juan Tenorio – es una obra machista?

Me parece fascinante la representación del libertinaje bastante abierto en Don Juan Tenorio. En la superficie, es decir, cuando por primera vez oí hablar de los rasgos de este Don Juan, tuve ganas de leer y condenar este ejemplo flagrante de machismo en la sociedad español. Sin embargo, la experiencia de leer la obra misma no me dio la impresión que había esperado. El libertinaje, el machismo, y la rebeldía de Don Juan son increíblemente obvios en la obra. El protagonista no finge ser nada más que el bellaco que es, y la obra no trata de ocultar estas características suyas. Por cambio, El Sí de Las Niñas pretende defender los derechos de la mujer, pero en realidad lo menosprecia. Don Diego, por ejemplo, aboga exageradamente por el derecho de la mujer elegir su propio marido, pero cuando por fin elige el hombre que la obra pinta como más apropiado, él se lleva todo el mérito por la alegría que entonces encuentra. La realidad es que no escucha a las mujeres que pretende defender, incluso les quita la voz, y por eso tiene esta obra ostensiblemente progresiva un reverso oscuro. Por el contrario, esta obra es explícito acerca del comportamiento sexista de sus personajes. Incluso titula el primer acto “Libertinaje y Escándalo”. El comportamiento machista de Don Juan se pone de manifiesto y se lo denuncia toda la obra. No lo trata de ocultarlo, sino está a plena vista. Además, al final de la obra Don Juan se arrepiente. Se siente atormentado por su mala conducta y cambia repentinamente a un hombre que tiene valores y conciencia, y por lo tanto se lo ve perdonado. La cuestión de si él puede debe ser perdonado, o si se ha arrepentido lo suficiente, está por ver. Es esta representación sutil detrás de lo obvio que determina el mensaje de la obra. Don Juan Tenorio presenta una representación obvia del libertinaje de su protagonista, y por eso no es tan ofensivo que uno pensaría.

El sexismo dentro de El sí de las niñas

El sí de las niñas es una obra de teatro escrita por Leandro Fernández de Moratín. Sirve la obra como una forma de criticar el control que los padres tienen sobre sus hijos con respecto al matrimonio. Esta crítica esta reflejada en la relación entre la madre Doña Irene y su hija Doña Francisca, quien ha crecido en un convento solo para obedecer a su madre y casarse con un hombre rico. El énfasis del carácter Don Diego en la importancia de no enseñar a las hijas ser quietas o sumisas es un mensaje fuerte para decir durante los primeros anos del siglo 19. En aquel siglo, las mujeres solo podían elegir entre dos identidades: la de la madre/marida o la de la monja. Se puede decir que Moratín como autor esta criticando un sistema de educación (informal) que refuerza estos arquetipos de la mujer en la sociedad.

Sin embargo, creo que El sí de las niñas confirma algunos estereotipos sobre las mujeres al mismo tiempo que los rechaza. Por ejemplo, mientras el hombre Don Diego permanece como la voz de la razón en la obra, la mujer Doña Irene representa todo lo que debe ser ofensivo a la figura de la mujer en la sociedad. Otra vez, las mujeres juegan el rol de “la mala,” o, con respecto a Francisca, “la chica inocente y pura.” Además, la única cosa a que la mujer debe aspira es el amor, pero, en este caso, un amor verdadero (representado con el matrimonio entre Don Carlos y Paquita). Dentro de su tiempo, esta obra definitivamente propone la igualdad de la mujer, pero, por supuesto refleja otras costumbres tradicionales. El rol del autor masculino como fuente de crítica sobre el sexismo social es crucial, pero, también puede ser peligroso.

El comentario en Soneto XII

La época del neoclasicismo era un tiempo de iluminación cuando muchos artistas y escolares empezaba liberarse de los temas y las narrativas del Barroco. En alguno poesía neoclasicismo, los escritores se apoyan en ciertos estructuras de los eras anteriores, pero el contenido es más progresivo, cuestionar creencias previas y criticar los valores universales. Soneto XII, escrito por Tomás de Iriarte, da un buen modelo de la Ilustración.

Se toma la estructura del soneto de siglos muy pasados, pero el poema se opone ideas de los movimientos antes y critican la sociedad moderna para enfatizar la importancia de la independencia de una persona. Al tener la independencia ser el tema principal del poema es algo de nota ya que el soneto es una estructura muy tradicional, y típicamente los sujetos eran amantes. Iriarte habla sobre la mujer y el amor, pero para decir “Del sexo mujeril casi no pendo \ pues amo por placer, no por oficio” (líneas 5-6). Es un comentario crítica de la sexualización de la mujer y la falta de amor auténtica en otro poesía. También, se aborda el tema familiar de la muerte. En otros periodos, la muerte fue algo que temer o anticipar, pero en lugar de eso, Iriarte dice en la estrofa final:

Mas la espero sin miedo y con paciencia,

vivo sin desearla; y de esta suerte,

amigo, se acabó de la dependencia. (líneas 12-14)

El muerte solamente es un hecho de la vida, y el neoclasicismo enfoqué en lo racional, como ha sido aquí, pero también sutilmente reprende poetas de otras épocas por sus puntos de vistas menos razonadas.

Además, hay un pulla ligera a la sociedad capitalista al principio del poema cuando dice que “Del oro, como muchos, no dependo, \ …pues ni le guardo ni codicio” (líneas 1-2). Durante esta época, lo material se consideró en alta importancia, pero Iriarte hace el punto que él no necesita los productos costosos, que inadvertidamente pone en duda la obsesión social con bienes materiales.

La pelea entre Samaniego y Iriarte

Los escritores Félix María de Samaniego y Tomás de Iriarte eran conocidos por ser enemigos. Esta epigrama es un ejemplo de su animosidad, ya que su propósito es burlarse de Iriarte como escritor y traductor. Las epigramas “tienen una larga tradición clásica entre griegos y romanos” (6), y los dos escribieron en un estilo neoclásico. El poema comienza con Samaniego llamando a Iriarte por su primer nombre, “Tomás”, como si fuera un amigo familiar, y como si todos los que leen supieran quién era ese Tomás. Dice que las obras de Tomás no son “ni buscadas ni aun leída”, aunque fueron prohibidas por la Inquisición, sugiriendo que no fueron suficientemente populares para merecer el tiempo o la preocupación de la Inquisición.

En la segunda estrofa, invoca los nombres de griegos y dioses griegos, diciendo que su obra habría molestado a los griegos “Horacio y el buen Virgilio” (2), habría ido a Júpiter a preguntar “cómo permites que Iriarte/ traduciéndose sin arte,/ nos ponga en disfraz de payos” (6-8). Aquí pregunta por qué Júpiter, también llamado Júpiter, dejaría que tal cosa ocurriera. Samaniego toca las dos partes de la vida de Tomás de Iriarte: su vida como escritor y su vida como traductor. En la primera estrofa dice que las obras de Tomás son indignas de la inquisición, financiado por la corona, y en la segunda, que son indignas de los grandes autores que está traduciendo, y de sus dioses.

En la segunda estrofa, Horacio y Virgilio refieren a Tomás de Iriarte sólo como “Iriarte”. Esto contrasta con el principio en lo que llama el como “Tomás”, y esta familiaridad se elimina. El uso del primer nombre sugiere que Horacio y Virgilio no le tienen interes en Tomás, y que el no es conocido por ellos. El dios Júpiter también es llamado por su otro nombre, Júpiter, para enfatizar su llamado a él, como si usara su segundo nombre para asegurarse de que escuchan sus gritos. La obra se llama epigrama, que suele ser una “declaración memorable” (6), y son frecuentemente “inscripciones sobre esculturas u otros artefactos” (6), pero este epigrama sólo fue escrito por el humor, a mostrar públicamente la discordia entre los dos autores.

La mosca – ¿por qué culpa a los débiles?

La obra El calvo y la mosca es un adaptación de una fábula de Aesop.  Hay una mosca cerca de la calva de un anciano, vuela y pica en esta calva.  Cuando el anciano trata de golpear a la mosca, golpea su calva y no la mosca. La mosca se habla al anciano pero el anciano responde con su juicio fuerte.

No hay una esquema de rima en esta fábula, pero hay una estructura distinta.  Tiene cinco partes.  Las primeras dos partes son de tres líneas, y las últimas 3 partes son de 6 líneas.  También, Samaniego usa personificación aquí por una conversación entre el anciano (una persona) y la mosca (un animal).  Solamente hemos visto una táctica similar una vez antes de este ejemplo, en la poema entre los caballos de Cid y Don Quixote.  No sé si esto es algo importante, pero es interesante.

El mensaje de la fábula es interesante también.  Si has visto el comentario después de la adaptación de Samaniego, el moral de esta adaptación es diferente de lo de las otras.  Aquí, “el grado de la ofensa tanto asciende cuanto sea más vil aquel que ofende” (líneas 23-24) muestra el moral de la fábula de Samaniego.  Es un comentario de la parte social de su sociedad, los clases sociales.  Muestra la desigualdad entre los de la clase alta y los de las clases bajas.  Los de las clases bajas reciben tratamiento peor, castigos más fuerte, y menos libertad. Crímenes pequeños de personas de las clases bajas están juzgados más duros que crímenes grandes de las clases altas.  Mientras en las otras adaptación, el moral es un comentario sobre las acciones del anciano.  Son morales como vas a castigar ti mismo si gastas energía en enemigos minores (de Charles William Eliot) o que ellos que hacen cosas malas con intento son peor que los que hacen estas cosas sin intento (C. Smart).  En estos dos casos, el anciano es lo incorrecto porque puede controlar sus acciones.  Es un comentario interesante sobre la sociedad durante esta época que Samaniego eligió tener su moral el opuesto de los otros.  Da la falta a los débiles, un idea muy elitista.

Antropocéntrismo para todos

El poema La lechera de Félix María de Samaniego trata de una lechera que, mientras que está trayendo el cántaro al mercado, piensa en que va a comprar con el dinero. Se imagina muy rica, con una vaca y mucha comida. Mientras que está pensando, no se da cuenta da que está pasando y el cántaro cae.

El poema tiene una esquema de rima ababcc, significando un nivel de continuidad con las poemas del renacimiento. El contenido, de otro lado, es muy diferente y refleja las ideas del neoclasicismo. El poema no se trata de amor, ni de dios, ni de la corte. Tiene un mensaje para todos y recomienda una solución para problemas cuotidianos. El tono no evoca el miedo de la Inquisición y no promueve un estilo de vivir tan diferente que las vidas poblanos. Por ejemplo, en la línea 43 dice “No seas ambiciosa/ de mejor o más próspera fortuna, que vivirás ansiosa/ sin que pueda saciarte cosa alguna.” Eso es un mensaje antropocéntrico y uno que es relevante hoy día. El mensaje da el poder a los humanos para mejorar sus vidas en el mundo y no esperar para el más allá.

El poema también no favorece el capitalismo ni las tendencias que cree. Eso es quizás una critica de las burgueses, una clase social que estaba creciendo durante esa época y que tenía mucha poder. Durante una época de cambio rápido, el autor argumenta para una vida más simple y pura. Advierta que “No anheles impaciente el bien futuro;/ mira que ni el presente está seguro” (línea 46). El tono aquí es más paternalista pero enfatiza que el presente es más importante que el futuro y el más allá.

(una lechera)

El surgimiento del neoclasicismo

Me fascina bastante esta transición de lo barroco al neoclasicismo en el siglo XVIII. Fue un cambio multifacético, me parece: desde exceso hacia mesura, desde descentramiento y experimentación hacia equilibrio y exactitud, desde ostentación hacia refinamiento, y desde innovación artificiosa hacia cambio dentro de normas preestablecidas. Me pregunta qué se perdió por causa de esta cultura y qué se ganó. Por un lado, quizás este nuevo énfasis en las normas ahogó la creatividad de algunas artistas. Entre tanta rigidez, ¿cómo podía un(a) escritor(a) escribir a pleno rendimiento? Además, la insistencia en la razón y la verosimilitud podría haber sido bastante agobiante en cuanto a la literatura. La necesidad neoclásica de comprobar todo y Además, por su propia naturaleza es el neoclasicismo un movimiento imitativo; toma inspiración de la época anterior de clasicismo. Además, fue caracterizado por una fijación con lo francés y lo italiano, otra sugerencia del poder sofocante de este movimiento literario. Se puede ver evidencia de esto en la escasez de la narrativa durante esta etapa – fue eclipsada por la gran cantidad de ensayos que florecieron. También se puede ver como se frenó la literatura creativa en los poemas que leímos que vinieron de la edad de neoclasicismo. Se enfocan comúnmente en una moraleja, encajando con el racionalismo esperado. Cuando leí el poema La Lechera, pensé inmediatamente en La Vaquera de la Finojosa, como poema quizás parecido, una reflexión que juguetea todo el tiempo, hablando apasionadamente de una mujer con la que la voz poética se había dado. Pero este poema neoclásico no se pareció en absoluto al otro – fue solo un cuento de moraleja avisando no hacer las cuentas de la lechera. Esta transición me parece fascinantemente drástica, desde sentimientos a racionalidad y imaginación a limitación. Aunque seguramente tuvo muchos beneficios, me preocupa la posibilidad de que el periodo de neoclasicismo quitó algo bello y libre de la corriente literaria latinoamericana.

El cambio en la mayoría

A lo largo del semestre, he notado que la mayoría de los escritores que hemos estado estudiando eran de “estatus noble”. Tiene sentido para mí que la mayoría de los autores durante este tiempo eran de un estatus alto, ya que tenían acceso a recursos importantes tales como una educación buena o  mejor visibilidad pública. Con esto en mente, creo que es muy interesante ver el cambio de poder mayoritario de la aristocracia a la burguesía durante el siglo XVIII como resultado del aumento del mercantilismo. Este aumento de las personas en la burguesía dio lugar tanto a la ilustración y el neoclasicismo, dos movimientos importantes de la época. Estos movimientos enfatizaron ideas importantes como el pensamiento racional para resolver problemas y la autonomía en varios aspectos, como la política, la educación, la ideología, o la religión.

Uno de los autores más destacados del período neoclásico fue Félix María de Samaniego, y fue particularmente conocido por sus fábulas, o obras que típicamente involucran animales sensibles que proporcionan una moraleja. En una de sus fábulas llamada “El calvo y la mosca”, Samaniego escribe sobre una conversación entre un hombre y una mosca después de que el hombre tratara de matar a la mosca debido a su molestia. La mosca cuestiona las intenciones del hombre, y le alienta a pensar en la repercusión que enfrentaría el hombre después de cometer un asesinato. El hombre responde: “sabe, mosca villana, que cotejable agravio recibido la condición humana, según la mano de donde he venido; que el grado de la ofensa tanto asciende cuanto sea más vil aquel que deende “(versos 19-24). Samaniego está insinuando que aquellos que nacieron con más privilegios en la sociedad pueden hacer daño con menos consecuencias que los de un estatus social inferior. Es interesante que Samaniego proviniera de una familia noble y fuera muy privilegiado, sin embargo está exponiendo las injusticias de los del mismo estatus alto en la sociedad.Tal vez este cambio de mayoría aristocrática a dominio mercantil no sólo apoyó las ideas de los que no estaban nacidos en la nobleza, sino que también cambió las perspectivas de los que ya están en la parte superior.

Un análisis de las fábulas

Las fábulas durante esta época son muy interesantes para mí. A menudo involucran animales que tienen relaciones con un humano, y también hay una lección en el cuento. Es interesante que las fábulas son fáciles de entender y, a menudo, son divertidas, pero se consideraron obras de arte escritas por élites educadas. Hoy las fábulas son consideradas cuentos por niños, pero estas fábulas fueron considerados a intelectuales. “El calvo y la mosca” de Félix María de Samaniego es sobre un hombre que intenta matar a una mosca en su cabeza, pero luego lastima su propio cabeza. Si bien el cuento puede parecer simple al principio, tiene significados más profundos y es un comentario sobre la sociedad. Después del hombre trata de matar a la mosca, la mosca dice, “si quitarme la vida intentaste por un leve delito, a qué pena condenas a tu brazo, bárbaro ejecutor de tal porrazo?” (9-12). Esto muestra temas de muerte, enemigos, castigos y el sistema jerárquico. El hombre responde diciendo, “Al que obra con malicia…rigurosa justiciar debe dar el castigo conveniente” (14-17). Él concluye y dice, “que el grado de la ofensa tanto asciende cuanto sea más vil aquel que ofende” (23-24). Esto muestra que durante este tiempo la clase baja fue penalizada más severamente en la sociedad. Adicionalmente, las acciones con “malicia” fueron castigadas. Sin embargo, en las notas a pie de página, una versión diferente del mensaje de esta fábula es que, si observa enemigos, solo se hará daño. Es interesante que el mismo cuento pueda transmitir diferentes significados y mensajes. En esta versión, si eres suficientemente poderoso, puedes vencer una molestia debido a tu clase, que es lo que Samaniego critica.