El sexismo dentro de El sí de las niñas

El sí de las niñas es una obra de teatro escrita por Leandro Fernández de Moratín. Sirve la obra como una forma de criticar el control que los padres tienen sobre sus hijos con respecto al matrimonio. Esta crítica esta reflejada en la relación entre la madre Doña Irene y su hija Doña Francisca, quien ha crecido en un convento solo para obedecer a su madre y casarse con un hombre rico. El énfasis del carácter Don Diego en la importancia de no enseñar a las hijas ser quietas o sumisas es un mensaje fuerte para decir durante los primeros anos del siglo 19. En aquel siglo, las mujeres solo podían elegir entre dos identidades: la de la madre/marida o la de la monja. Se puede decir que Moratín como autor esta criticando un sistema de educación (informal) que refuerza estos arquetipos de la mujer en la sociedad.

Sin embargo, creo que El sí de las niñas confirma algunos estereotipos sobre las mujeres al mismo tiempo que los rechaza. Por ejemplo, mientras el hombre Don Diego permanece como la voz de la razón en la obra, la mujer Doña Irene representa todo lo que debe ser ofensivo a la figura de la mujer en la sociedad. Otra vez, las mujeres juegan el rol de “la mala,” o, con respecto a Francisca, “la chica inocente y pura.” Además, la única cosa a que la mujer debe aspira es el amor, pero, en este caso, un amor verdadero (representado con el matrimonio entre Don Carlos y Paquita). Dentro de su tiempo, esta obra definitivamente propone la igualdad de la mujer, pero, por supuesto refleja otras costumbres tradicionales. El rol del autor masculino como fuente de crítica sobre el sexismo social es crucial, pero, también puede ser peligroso.