Don Juan Tenorio – es una obra machista?

Me parece fascinante la representación del libertinaje bastante abierto en Don Juan Tenorio. En la superficie, es decir, cuando por primera vez oí hablar de los rasgos de este Don Juan, tuve ganas de leer y condenar este ejemplo flagrante de machismo en la sociedad español. Sin embargo, la experiencia de leer la obra misma no me dio la impresión que había esperado. El libertinaje, el machismo, y la rebeldía de Don Juan son increíblemente obvios en la obra. El protagonista no finge ser nada más que el bellaco que es, y la obra no trata de ocultar estas características suyas. Por cambio, El Sí de Las Niñas pretende defender los derechos de la mujer, pero en realidad lo menosprecia. Don Diego, por ejemplo, aboga exageradamente por el derecho de la mujer elegir su propio marido, pero cuando por fin elige el hombre que la obra pinta como más apropiado, él se lleva todo el mérito por la alegría que entonces encuentra. La realidad es que no escucha a las mujeres que pretende defender, incluso les quita la voz, y por eso tiene esta obra ostensiblemente progresiva un reverso oscuro. Por el contrario, esta obra es explícito acerca del comportamiento sexista de sus personajes. Incluso titula el primer acto “Libertinaje y Escándalo”. El comportamiento machista de Don Juan se pone de manifiesto y se lo denuncia toda la obra. No lo trata de ocultarlo, sino está a plena vista. Además, al final de la obra Don Juan se arrepiente. Se siente atormentado por su mala conducta y cambia repentinamente a un hombre que tiene valores y conciencia, y por lo tanto se lo ve perdonado. La cuestión de si él puede debe ser perdonado, o si se ha arrepentido lo suficiente, está por ver. Es esta representación sutil detrás de lo obvio que determina el mensaje de la obra. Don Juan Tenorio presenta una representación obvia del libertinaje de su protagonista, y por eso no es tan ofensivo que uno pensaría.