La idea del destino en el periodo barroco:

¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
Una sombra, una ficción,
Y el mayor bien es pequeño;
Que toda la vida es sueño,
Y los sueños, sueños son.
Tengo que confesar que he saltado a la segunda jornada para ver lo que va a pasar con la trama. La vida es sueño es una obra de teatro escrita por Pedro Calderón de la Barca en 1635. Perteneciente al movimiento literario del barroco, está llena de temas religiosas (debido a la importancia de la Contrarreforma) y, además, abunda de contemplaciones existencialistas (como las del fragmento arriba). Preguntas como así reflejan un tema central dentro del periodo barroco y sus producciones literarias: la libertad del ser humano para manejar su vida contra el destino divino. El personaje dominante en La vida es sueño que representa aquel desafío dialectico es Segismundo, al hijo del rey Basilio, condenado antes de nacer a una vida cruel de esclavitud. Además, el caso de Segismundo tiene que ver con conceptos religiosos como la caída o el pecado original. Por ejemplo, hay una sección en la primera jornada donde Segismundo cuestiona su destino:
“Apurar, cielos, pretendo,
Ya que me tratáis así,
Qué delito cometí
Contra vosotros naciendo;
Aunque si nací, ya entiendo
Qué delito he cometido.
Bastante causa ha tenido
Vuestra justicia y rigor;
Pues el delito mayor
Del hombre es haber nacido” (41).
¿Cuál es el destino del ser humano? ¿Al nacer, ha cometido un delito? O, por otro lado, ¿qué podemos decir sobre la autonomía del ser humano? ¿Podemos cambiar nuestros caminos? ¿Hay un camino para nosotros? Todas esas preguntas de existencia—que surgieron durante los primeros años del Renacimiento—están presente en la obra de Calderón y el periodo barroco. Me interesa mucho ver las respuestas por parte de Calderón en el final de la obra.