El burlador y el celoso: Pensamientos sobre “El médico de su honor”

¡Pues, no sé lo que esperaba, pero esto no fue así! De las obras que hemos leído este semestre, esta parece la más oscura y la más crítica de la masculinidad y el matrimonio. También parece la más cruel, y la comprensión sombría de que la autoridad está en el lado del opresor y no la víctima es inquietante y siniestra. Una mujer desequilibrada en la mente es aterrorizada por su marido celoso y emocionalmente abusivo, él la asesina y trata de hacer que parezca un accidente, y luego el rey le ordena tomar otra esposa rápidamente: ¡que horrible! Es casi como un episodio de la televisión de crimen hoy en día. En parte, entiendo por qué esta obra no se adapta a menudo. La violencia contra las mujeres sin resolución no es algo que queremos ver en el escenario. ¡Creo que prefiero a Don Juan!

Sobre el tema de la masculinidad, creo que es importante comparar aspectos de Don Juan con Don Gutierre. Ambos representan aspectos diferentes de la masculinidad y formas de controlar a las mujeres. Don Juan es retratado en muchas de las obras que hemos leído como joven, atractivo, egoísta y seductor. Pero no necesariamente es cruel, sólo no se preocupa por los sentimientos de los demás. Estos rasgos contrastan con la imagen de Don Gutierre, quien no es descrito como atractivo, simplemente viejo. Él es celoso, manipulador y cruel con su esposa y sirvientes. Para destilar estas dos personalidades, diría que las dos representaciones de la masculinidad hemos leído en obras de teatro de España durante el Siglo de Oro son la carisma y el poder.

En esta obra, realmente sólo vemos representaciones del poder y el celos. Incluso Enrique, el joven enamorado, no parece particularmente afectuoso ni seductor, sólo titulado (entitled?). Hemos discutido ejemplos de texto de su actitud: cuando le dice a Mencía “…sí puedo, sí puedo” (224) y luego “…tengo que porfiar hasta morir o vencer” (1005). Una versión más extrema de esta masculinidad tóxica que podemos ver en Don Gutierre en esta última jornada, cuando diseña un plan para que su esposa sea asesinada por una sangría a quien vaya a asesinar también “…todos curan a costa de sangre” (2632) y luego miente sobre lo que sucedió! “…Mencía, a quien adoré con la vida y con el alma, anoche a un grave accidente vio su perfección postrada por desmentirla divina este accidente de humana…” Don Gutierre dice al rey Pedro (2830). El rey se da cuenta de que esta historia es falsa y requiere que Don Gutierre se case con Leonor. ¡Él advierte a Leonor a casarse con Don Gutierre, en el dormitorio cubierto de sangre de Mencía frente a su cadáver “Dádsela, pues, a Leonor, que yo sé que su alabanza la merece” (2940)! ¡Que terrible! Don Gutierre no merece mujer y Leonor y Mencía merecían más. Y el rey demuestra la corrupción y el amiguismo en los institutos de autoridad.

Aunque las comedias de enredo son más complicadas de entender, creo que las prefiero y el arquetipo masculino del burlador en lugar del celoso.