Author Archives: Cordelia Stewart '19

Jornada tercera de El médico de su honra: el equilibrio “cuerpo-mente”, la mujer, y la universalidad de Calderón de la Barca

“Médico soy de mi honor,/ la vida pretendo darle/ con una sangría, que todos/ curan a costa de sangre” (l. 2630)- Don Gutierre

Coquín habla sobre una enfermedad que se llama hipocondía: “hame dado tan grande hipocondría” (l. 2420) para burlarse de la melancolía severa como una enfermedad puramente de la imaginación. Es interesante ver como habían opiniones disonantes sobre la salud en este momento; toda de la salud corporal/mental es especulativa y conectada. Además, Doña Mencía se desmaya cuando Don Gutierre descubre el papel que ella había escribiendo para Don Enrique. Las enfermedades de la mujer en esta época son muy interesantes porque parecen involucrar enfermedades mentales más que nada. En este caso, la opresión de la voz de Mencía, de explicar la realidad y angustia que ella se siente, manifiesta corporalmente cuando ella desmaya. Una disrupción o desequilibrio de los humores galénicos en la mujer, o en cualquiera persona, se causa algunos problemas en la salud que manifiesta física o mentalmente.

Mientras que Don Gutierre expresa su amor eternal para Dona Mencía: “Mencía la mujer que yo he querido” (l. 2473), la falta de comunicación entre ellos es trágica. En lugar de tratar de hablar con ella sobre la situación, él actúa con rabia y impulso. La voz de la mujer automáticamente está silenciada. Es más, después de leyendo la letra amenazante de Gutierre, ella no tiene nada para escuchar su incredulidad y temor: “nadie en casa me escucha” (l. 2500). Como un contraste, Enrique “salió de Sevilla” (l. 2508), sin ninguna repercusión y Coquín habla sobre la situación de manera parcial: “Yo, enternecido de ver/ una infelice mujer/ perseguida de su estrella” (l. 2760). La manera en que Coquín habla de la mujer, como es una situación simplemente desafortunada y Don Gutierre solo tuvo un malentendiendo, “mal informado” (l. 2737). Por eso, para Gutierre es fácil justificar como hombre la protección de su honor: “Esta es una honrada acción/ de hombre bien nacido” (l. 2727), pero Mencía no tiene esta oportunidad defender su propia honor en la cara de la suposición de adulterio. En realidad, ella no necesariamente quiere ser amante de Enrique pero sus acciones son malinterpretadas por Don Gutierre. Por lo tanto, esta jornada parece iluminar la mujer desechable: Leonor es la próxima mujer y Mencía está reemplazada después de su muerte. Esta obra es diferente porque termina en solamente una boda, y no es una boda respectivamente feliz. Parece como Gutierre está amenazando a ella en el final sobre cómo él ya había sido su médico de su honor una vez matando su esposa y tiene capaz de hacerlo alguna vez más.

Calderón de la Barca capta a una audiencia variada con los personajes también mezclados como: la voz de la esposa silenciada, matrimonios adúlteros, malentendidos entre los esposos, restauración del honra, el gracioso, y los miembros de la clase alta/noble. Para relatar esta obra con el artículo de Ayad Akhtar, que dice que: “The act of gathering to witness the myths of our alleged origins enacted—this is the root of the theater’s timeless magic”, los temas del honor y la opresión de la voz femenina, sistémica en nuestra sociedad, pasado y presente, son todavía saliente. Aunque El medico de su honra no es una obra presentada con frecuencia, el acto de leerla ilumina las mismas temas que todavía son relevantes en la sociedad hoy en día. A la misma vez, Akhtar argumenta que hay un fenómeno de la pérdida del colectiva pasando en este momento, y por eso, es aún más importante continúa analizando el impacto de las obras del teatro históricamente, en este caso durante el Renacimiento en España o en América Latina para escritores como Sor Juana Inés de la Cruz.

Akhtar, Ayad. “An Antidote to Digital Dehumanization? Live Theater.” The New York Times, The New York Times, 29 Dec. 2017, www.nytimes.com/2017/12/29/theater/ayad-akhtar-steinberg-award-digital-dehumanization-live-theater.html?smid=fb-share.

El significado de los soliloquios de Doña Ana y Doña Leonor (House of Desires)

Como una escritora femenina, Sor Juana Inés de la Cruz ilumina la perspectiva de la mujer en una época que no necesariamente explora la posición de la mujer en la vista pública. A la misma vez, ella vive en un convento entonces el contexto de su escritura además añade a la exploración de la perspectiva femenina. Mientras que en La traición y la amistad María de Zayas finalmente construye cierto desarrollo de la personaje femenina y la relación entre las amigas, Sor Juana de manera similar ilumina la experiencia de la mujer y su punto de vista como algo especial, interesante y merecedor como su propio entidad.

Sor Juana subraya esta perspectiva particularmente en los soliloquios de Doña Ana y Doña Leonor. De una manera similar a La traición y la amistad, la jornada primera empiece con una conversación de sentimientos entre mujeres, a saber Doña Ana y su criada, Celia, sobre el amor de Doña Ana. Inmediatamente la audiencia está informada sobre su posición de amor con don Carlos de Olmedo: “Solo decir puedo que es un don Carlos de Olmedo el galán” (v. 174-176), y más tarde aprendemos sobre el perseguimiento no correspondido con Don Juan: “De Carlos enamorada, perseguida de don Juan, con mi enemiga en mi casa, con criadas, que me venden, y mi hermano, que me guarda” (v. 974-978). Esta cita es muy útil y pienso que es muy bien hecho por Sor Juana porque ella presenta esta situación compleja, típica de las obras hechas en España, pero ella hace un resumen breve para la audiencia a través de esta voz femenina y fuerte que además fortalece su autoridad en la situación. En la adaptación de “House of Desires”, Catherine Boyle añade una línea: “Deep breath, everything’s under control” (p. 46) después de la translación de la cita de Sor Juana arriba (v. 974-978). Esta adición fomenta el personaje de Doña Ana aún más y enfatiza la drama de la situación mientras dando Doña Ana un minuto para retomar el control sobre el caos.

Doña Leonor también da la audiencia información útil de su situación, en particular sobre su pasado, con la posición en la clase alta. Ella habla con una voz honesta: “Yo nací noble; este fue de mi mal el primer paso, que no es pequeña desdicha nacer noble un desdichado” (v. 271-274). Además, ella revela su vida amorosa, con su amor con Don Carlos de Olmedo; “Era su rostro un enigma compuesto de dos contrarios que eran valor y hermosura” (v. 407-409). Con esto, Sor Juana establece este triángulo de amor por la mayor parte de la perspectiva de la voz femenina. En la adaptación de “House of Desires”, esta misma soliloquio de Leonor dame una revolución: que Sor Juana ilumina algunas detalles de su propia vida a través de la máscara del personaje de Leonor. Por ejemplo, ella habla de su nobleza, su fascinación con libros y su inteligencia y su hermosura.

La competición de amor en la jornada primera

“We raise girls to see each other as competitors not for jobs or accomplishments, which I think can be a good thing, but for the attention of men” -Chimamanda Ngozi Adichie

La traición y la amistad de María de Zayas construye una trama que paralela otras obras de comedia, en la manera en que hay cierta confusión en la multitud de personajes y triángulos amorosos. En la primera jornada, Marcia expresa su amor de Liseo a Fenisa, pero cuando muestra el retrato de Liseo a Fenisa y elabora la atracción de los ojos de Liseo, Fenisa de repente siente la pasión por Liseo también. Encima de todo, Don Juan entra en la escena y expresa su amor por Fenisa, y Fenisa demuestra sus sentimientos correspondidos para Don Juan pero también alude que ya tiene otro hombre. Gerardo está enamorado con Marcía y Félix está enamorado con Laura, quien todavía tiene sentimientos por Liseo, a pesar de su abandonamiento: “Que muera yo, Liseo, por tus ojos” (v. 849). Belisa es la prima de Marcia y apoya el amor de Gerardo por Marcia cuando Belisa y Marcia estaban en el balcón y Fabio, Antonio, y Gerardo cantaban. Aunque Fenisa compite con Marcia por Liseo, y reconoce su traición potencial: “¿Soy amiga? Sí: pues, ¿cómo pretendo contra mi amiga tan alevosa traición?” (v. 163-166), Belisa trata de facilitar el amor entre Gerardo y Marcia, diciendo a Gerardo de tener paciencia con Marcia y su neutralidad aparente hacia él. Tanto Marcia como Fenisa sigue su pasión por Liseo.

Al mismo tiempo, Liseo parece estar conectado con todo el mundo y tener mucho poder en la búsqueda de amantes. Fenisa subvierte esta estructura cuando ella establece su pasión por más que un hombre (Don Juan y Liseo): diciendo a Don Juan, “yo te diré el deseo que me mueve, y es Liseo su nombre” (v. 230-233). León se burla de la reacción de Liseo sobre su cuento sobre su abuelo y sus acciones de donjuanismo, diciendo con incredulidad, “¡Por Cristo, que no te entiendo!” (v. 610), porque Liseo no debe estar ofendido: sus acciones típicos incluyen la seducción de muchas mujeres. Mientras Liseo aserta su poder y confianza en sí mismo, “Divina Marcia, perdona si en no ser leal te ofendo, que a Fenisa voy a ver, y aun a engañarla si puedo” (v. 610-613), Don Juan y Gerardo usan otro estrategia en la locura de amor: la humildad. Don Juan dice “no te merezco” (v.197) a Fenisa y Gerardo discute su amor por Marcia con Fabio: “Mas no soy tan dichoso que tal favor merezca” (v. 683-684). Estoy interesada en ver cómo la competición entre hombres y entre mujeres para el amor se desarrolla en las próximas jornadas.

La audiencia moderna de Sarah Grunnah y cómo relaciona con las ciencias

Durante la conversación de Sarah Grunnah, y nuestra resumen de la representación tradicional/histórico y la representación moderna, pensaba sobre la audiencia. En el contexto del siglo de oro y en la época de la creación de estas obras españoles de comedia, escritores como Tirso de Molina hacen referencias a la educación alta y refinada, como a mitología griega, y las referencias más de la vida cotidiana, como las manos grasientas de los peruanos que Sarah Grunnah menciona como un ejemplo de alguna referencia que ella cambió en su adaptación. Esta mezcla entre lo cotidiano y lo erudito creyó cierta inclusividad para la audiencia durante la época que estas obras fueron predominantemente presentado. Si una persona de la clase baja no completamente entiende una referencia obscura a la mitología griega, la misma persona puede entender el humor de la personaje de la graciosa o la fuerza de la mujer varonil. A la misma vez, pienso que estas niveles complejas están perdidos en la idea de la audiencia moderna. Desde el punto de vista de Sarah Grunnah, parece que la única manera efectivamente de llegar a la audiencia moderna que habla inglés, es de simplificar estas referencias complejas y de eliminar todos los aspectos del verso español. Aunque ella construye su adaptación de una transducción literal en la versión primera, la progresión natural de su obra, lejos de las palabras de Tirso de Molina y hacia una versión con referencias a Shakespeare, desafortunadamente perdió los elementos que se hace una comedia. Es muy difícil captar la atención de una audiencia “moderna”, pero en realidad, ¿qué es una audiencia moderna? ¿Una audiencia moderna todavía mantiene cierta complejidad en su conocimiento de referencias a la mitología griega o la lengua de español o solo fija debajo de un paraguas? Por eso, pienso que las dos versiones, tanto lo original y la representación tradicional como la representación moderna, tienen un lugar importante en la sociedad, especialmente en lo histórico y en la educación literaria de la población general.

Para relacionar esta tangente con las jornadas dos y tres de El amor médico, las ciencias son similares al teatro: no puede simplificar las ciencias sin perder algunas detalles en el proceso. Iñigo dice que “No hay ciencia en libros como en los ojos” (v. 1352-53) que ilumina una tema que no puede aprender hacer algo sin la práctica en persona. Leer un libro no es lo mismo que investigar en persona. De una manera similar, alguien puede aprender las temas grandes cuando ve una adaptación de la comedia pero no puede reemplazar el acto de verla en persona, en la forma original y en la época en que fue escrita. De esta manera, la ciencia es similar al teatro. También pienso que la yuxtaposición de las exclamaciones de Rodrigo, hablando sobre la belleza de Estefanía (v. 1464 y v. 1475), y la queja de Estefanía sobre como el amor es una forma loca de medicina (v. 1500-1506) enfatiza la importancia de la confusión (de las normas tradicionales) creada por la mujer subvirtiendo la paradigma patriarcal, especialmente en la esfera académica. En otras palabras, esta misma subversión también pone la ciencia en conversación con el teatro directamente explorando el lugar de la mujer en la medicina en esta época a través de una obra de teatro.

Jerónima: la profesionalización de la medicina y la educación de la mujer

La dicotomía de las pasiones de Jerónima, específicamente su pasión genuina en la medicina y la pasión del amor por Gaspar, el amigo del hermano de Jerónima (Gonzalo), presenta el fenómeno de la profesionalización y educación de la mujer. La sociedad se cuestiona a Jerónima “¿por qué ha de estudiar medicina una mujer?” (v. 141), repetidamente, a través de las expectativas femeninas tradicionales y las normas sociales, pero la voz de Quiteria en esta cita y la voz de la mujer varonil de Jerónima contraste de una manera prominente. Esta contraste ilustra el crecimiento de la disonancia social con la posición oprimida de la mujer, si no entre los hombres, entonces entre las mujeres en la búsqueda de perseguir la pasión intelectual. Por ejemplo, en el caso de Jerónima, este perseguimiento de la intelectualidad manifiesta en su curiosidad: “Causó en mí este sentimiento una curiosa impaciencia y deseo de inquirir” (v. 857). Además, ella no ignora el deseo de inquirir como muchas otras mujeres; “yo sigo el norte de mi inclinación” (v. 97), y habla de las expectativas de la mujer en la sociedad, aún más, cuestionando “¿siempre han de estar las mujeres sin pasar la raya estrecha de la aguja y la almohadilla?” (v. 100-103). Ella afirma su pasión de la medicina sin ninguna preocupación con las normas sociales.

Fue aceptable en este tiempo para la mujer de ser una matrona (midwife) pero típicamente el hombre recibe la educación necesaria para practicar la medicina. Las expectativa tradicional fue que la mujer debió tener el conocimiento sobre los remedios de la casa, especialmente con recetas y remedios más holísticos involucrando hierbas y especias. Específicamente durante el Renacimiento, la expectativa doméstica de la mujer limita su movimiento afuera de la casa pero, a la misma vez, da la mujer mucha autoridad en el mantenimiento básico del bienestar y la salud familiar.

La segunda pasión de Jerónima, para Gaspar, celebra su estatus como mujer siguiendo las normas tradicionales de la mujer, con el “ABC de celos” (v. 877) y la posición frágil e incurable del amor: “En accidentes de amor no cura bien el dotor que no cura para sí” (v. 322-325). Aunque ella es una mujer independiente, varonil, con la fuerza de la intelectualidad, Tirso de Molina mantiene la estructura social con el amor, sin esperanza y casi irracional, de ella. Es esclarecedor de leer sobre las acciones de una mujer fuerte que parece cómoda en subvirtiendo las normas tradicionales. Al mismo tiempo, Tirso de Molina no puede representar una mujer tan fuerte sin algunas características femeninas y presenta a Jerónima con la capaz de ser tan controlada por el amor y el matrimonio como cualquiera otra mujer, por ejemplo, Quiteria.

La apariencia vs. la realidad en la primera jornada de La dama duende

El tema de dualidad entre la apariencia y la realidad parece muy saliente en esta jornada. Este tema manifiesta en dos maneras: una manera en la independencia y las características tanto varoniles como misteriosas de Angela (la dama duende) y otra manera en la paradoja explícita entre la realidad y la apariencia presentada por Cosme, en la escena con la letra de Angela y la violación de la habitación de Don Manual.

Doña Angela expresa su exasperación con su situación encerrada, atrapada adentro de la casa de sus hermanos, a Isabel: “Que yo/entre dos paredes muera” (v. 380). Esta cita ilumina la dualidad de existencia de Angela, que la edición de Jesús Pérez Magallón compara con <<un vivo cadáver>> (La vida es sueño, v. 94), aún más exagerando el tema de Calderón de la Barca sobre la posición del humano. A pesar de su ubicación incesante en la casa, Angela todavía encuentra la libertad en su excursión a fuera de la casa cuando don Luis casi descubre a ella: “miré si la conocía y no pude, porque ella se puso más en taparse, en esconderse y guardarse” (v. 488-491). Esta excursión es riesgosa, pero Angela protege su misterio con incredulidad: “¡Mire la mala mujer en qué ocasión te había puesto! Que hay mujeres tramoyeras!” (v. 515).

Doña Angela también presenta sus calidades varoniles cuando manipula a Don Manual y Cosme en la escena en que ella escribe una carta y Isabel roba el dinero de Cosme. Cosme cuestiona qué pasa con declaraciones de la existencia de fantasmas. Como una respuesta, Don Juan, Don Manual y Don Luis aseguran que Cosme está muy loco y no dan las preocupaciones de Cosme con respeto, de una manera 1) comparable con el cuento de “the boy who cried Wolf” y 2) muy característica del tratamiento del gracioso. Al mismo tiempo, cuando Cosme revela la carta de la mujer (Doña Angela), crea una situación en que Don Manual necesita defender su percepción de la realidad a Cosme que piensa que hay algo sobrenatural pasando en la habitación. Alguna vez más, la audiencia puede aprecia la dualidad entre la apariencia y la realidad como en otras obras de Calderón de la Barca, por ejemplo en La vida es sueño.

Ana Caro rompe el código social: la fuerza de Leonor, la caída de Don Juan y la “happily ever after” de los criados

3) ¿Cómo se diferencia la resolución dramática y social del honor en esta obra de las alternativas?

De una manera, Valor, agravio, y mujer es una crítica del paradigma de la jerarquía social. Don Juan pierde su valor, tiene miedo de Don Leonardo y finalmente pierde su mente. Mientras de todo, Leonor gana la venganza de Don Juan y un equilibrio del poder está creado: Leonor obtiene el poder que lo perdió Don Juan, como el principio de Le Chatalier en la química. A través de su papel como la mujer varonil, Leonor desarrolla cierto activismo sobre la mujer como una víctima de las burlas de los hombres en la clase alta que usan las mujeres como un juego, una distracción, y/o un objeto para escapar sus propios inseguridades o para remediar una amplitud de los recursos y tiempo sin ninguna meta ni resolución. La conclusión última de Don Juan es que sus engaños “trae confuso y loco” y que “el morir sólo es remedio. Pues morir, honor, morir que la ocasión os advierte que vale una honrada muerte más que un infame vivir” (v. 2480). Don Juan admite que Leonor ha revelada la deshonor de sus acciones y que no puede reparar la situación sin la repercusión mortal de la muerte. Al mismo tiempo, el matrimonio eventual entre Don Juan y Leonor presenta una yuxtaposición casi cómica entre la desesperación de Don Juan de reestablecer su propio honor y la perseverancia valiente de Leonor obtener la justicia. Además, Ana Caro presenta la lenguaje de Leonor de manera autoritaria y moral: “Yo hago lo que me toca; sin razón le estás diciendo oprobios a mi justicia” (v. 2572-2575). Esta cita usurpa la sociedad patriarcal y presenta el derecho de la mujer controlar su propio mantenimiento de ideales y moralidad a través de su papel como la mujer varonil.

En la resolución dramática de esta obra, el papel del gracioso y los criados también cuestiona el honor como una institución universal, de todas las clases sociales y no solo de la clase alta. Después de la resolución muy dramática y larga de Leonor y Don Juan, la promesa de matrimonio parece respectivamente corto entre Lodovico y Doña Lisarda, y Don Fernando y Estela, todos miembros de la clase más alta, en comparación con la de los criados. Aunque la obra termina con Leonor enfatizando el título de la obra, con una voz de la clase de privilegio, inmediatamente antes de esto los criados expresan su amor y tienen una voz más fuerte que otra obras alternativas, una acción que consecuentemente atrae a una audiencia de la clase más baja. El teatro del Renacimiento me recuerda a las películas de Disney como Finding Nemo o Shrek que fueron hechos dominantemente para los niños pero que todavía tienen humor y elementos cómicos para la audiencia de los padres y los adultos.

Preguntas para Leyma López

  1. ¿Cuáles son sus motivaciones por reproduciendo Valor, agravio y mujer hoy en día? Hace conexiones con el movimiento de #metoo y ve la relevancia de esta obra con el movimiento o piensa más en la importancia de la reproducción de las obras de las dramaturgas del Renacimiento?

2. En su proyecto de Rompecalles, ¿encuentra temas de la fuerza e independencia femenina en las obras como “Fedra” y “Asamblea de mujeres” de la mitología griego? Además, ¿piensa que este paradigma de la opresión recurrente e institucional de la mujer en la sociedad todavía está siendo usurpado (de manera constructiva) a través del teatro y el arte?

El soliloquio de Don Juan: su personificación de todo lo que está mal en el mundo (según Ana Caro Mallén de Soto)

  1. La justicia, el poder, el honor y la nobleza en página 38-41

El soliloquio de Don Juan empieza con una descripción de la ciudad de su nacimiento, Córdoba, en que él enfatiza la justicia, el poder, el honor y la nobleza, incluyendo el conocimiento como las ciencias y los estudios, de su ciudad. Él hace referencias a un poeta latín y un filósofo (Lucano y Séneca, respectivamente en línea 246), y su “Moralidad virtuosa” (l. 251, p. 38). Además, él continúa refiriendo a otros escritores y literatura, probablemente para una audiencia de la clase alta o la gente con educación, que por último “se advirtieran en los vicios que hace el tiempo” (l. 264-65 p.39). Estas declaraciones presagian sus engaños en el futuro y contraste con su pasado de engaño de una mujer en Sevilla, Leonor/a, que él revela a Don Fernando cuando los conocen en el bosque. La “noble sangre” (l. 283), heredado de su familia y enfatizado explícitamente por Don Juan, insinúa que él no tiene escrúpulos en sus engaños porque siente invencible en sus acciones. Don Juan explota su poder intrínseco, de su estatus y género, cuando él engaña con palabras de la moralidad. Esta moralidad está yuxtapuesta con la angustia de Leonor y su búsqueda de la justicia por la pasión “injusta” (l.l.829, p. 63) y su “nobleza despreciada” (l.l. 860 p.64).

  1. El amor y el matrimonio en página 43-45

En otro soliloquio de Don Juan, él enfatiza su opinión general sobre el amor y el matrimonio. Don Juan describe la hermosura de una mujer, pienso que está hablando de Leonor aunque empieza con “el Príncipe por Estela” en página 43, y compara a ella con un “ángel” (l.l. 374). Hace promesas y aún le da “la palabra de esposo” (l.l. 388) a Leonor pero todavía todo es por su propio placer. Don Juan refiere a su manipulación del amor como “mi propio designio” (l.l 396), sin la opinión de Leonor, y es muy vago sobre cómo su plan del matrimonio está roto. Por eso, la opinión del matrimonio de Don Juan solo es por su propio placer; su plan del deseo egoístamente nunca involucra el deseo de su amante. Don Juan sale y viaja a muchos países, como Francia y Inglaterra, para remediar esta situación “sin despedirme ni hablarla, con resolución grosera” (l.l 406) y con todo su tratamiento malo de la mujer, él todavía se representa a sí mismo como un noble y un héroe por su nobleza. En realidad, él es un cobarde por su inhabilidad de enfrentar las repercusiones de sus acciones y su arrogancia por su poder y egoísmo en su paradigma repetido del engaño.