Don Jon y Don Juan

El fin de Don Juan Tenorio resulta en la muerte de los dos amantes (Don Juan y Doña Inés) y, en vez de un final típico del cuento, la redención de Don Juan:
“Quede aquí/
al universo notorio/
que, pues me abre el purgatorio/
un punto de penitencia/
es el Dios de la clemencia/
el Dios De Don Juan Tenorio” (130).
No estoy segura de que Don Juan merezca una especia de redención. Pero, al mismo tiempo, el final nos deja como lectores un cierto sentido de esperanza para la condición humana (aun sus variaciones peores). Se puede ver esta misma final de esperanza en la adaptación moderna y estadounidense de Don Juan llamada “Don Jon.” Dirigida por Joseph Gordon-Levitt, la película se trata de un mujeriego que seduce a múltiples mujeres, pero las relaciones no le satisfacen. La película da un giro contemporáneo al cuento original: en vez de desear mas mujeres, este “Don Jon” tiene una compulsión por ver la pornografía. Por lo final de la película, ha empezado una relación con una mujer, basada en el amor y entendimiento mutual, y la preocupación por parte de Jon con la pornografía ha disminuido. Igual que la experiencia de Don Juan Tenorio, Don Jon ha encontrado una especie de redención con un amor verdadero.
Al seguir la tradición del romanticismo, la idea de que los seres humanos necesitan expresar sus sentimientos verdaderos y no los ocultan es importante a los temas centrales de Don Juan Tenorio. José Zorrilla muestra que esta expresión (si no es de una sensación verdadera o con el propósito de encontrar un amor verdadero) puede ser peligrosa. En el final, lo que salva ambos Don Juan Tenorio y Don Jon en la adaptación moderna, es el amor puro, no el amor sexual.