El mismo Don Juan con un fin diferente

En la escuela secundaria, leí la obra Burlador de Sevilla de Tirso de Molina donde se representa el personaje original de Don Juan. Ahora es interesante leer Don Juan Tenorio de José Zorrilla, en el que se escribe el mismo personaje. En general la figura de Don Juan es una de gran importancia. Típicamente Don Juan representa a un mujeriego que con frecuencia hace actos inmorales, sin remordimiento de los efectos perjudiciales que tiene en el mundo que le rodea. Creo que Don Juan es una representación importante del hombre heterosexual, blanco y privilegiado que abusa de su poder (especialmentedurante este período en el que los hombres mucho más explícitamente fueron tratados superior a las mujeres) para hacer lo que quiera. Sin embargo, la forma en que cada uno de los autores retrata el castigo de Don Juan difiere.

Ambas obras incluyen la figura de Don Gonzalo, que regresa de entre los muertos como un fantasma para atormentar al hombre que lo mató, Don Juan. Por lo que recuerdo de burlador de Sevilla, Don Gonzales llega a la cena de Don Juan y lo arrastra al infierno por sus pecados. Este final simboliza la severa pena que Don Juan debe pagar por hacer todos los actos horribles. Sin embargo, al final de la obra de Zorrilla, Don Juan se muestra la misericordia al mostrar su arrepentimiento por sus pecados, y el fantasma de Doña Inés lo salva, trayendo al cielo con ella. Al fin él dice, “Mas es justo, quede aquí al universe notorio que, ues me abre el purgatorio un punto de penitencia, es el Dios de la clememcia el Dios de Don Juan Tenioro” (versos 3810-3815). Como Don Juan muestra perdón por sus pecados, se salva de ir al infierno. Este final es mucho más optimista que el de Tirso de Molina. Zorrilla enfatiza la idea de que todos los seres humanos tienen la capacidad de mejorarse a sí mismos, sin importar lo que hayan hecho en el pasado.