Don Juan: una encarnación del romanticismo

El personaje de Don Juan Tenorio refleja características familiares que hemos visto en el poema Canción del pirata, escrito por José de Espronceda. En el Cuaderno Pedagógico, Elena Di Pinto ilumina la importancia de un personaje como Don Juan ya que “respondía a una línea constante: la de transgredir lo que en ese momento en que el dramaturgo escribía era más sagrado o preceptivo” (Cuaderno Pedagógico, 24). En la movimiento histórico del romanticismo, las obras enfocaron en las ideales liberales, que incluyeron la libertad del individuo. En Canción de pirata, existe nada “que no sienta \ mi derecho \ y dé pecho \ a mi valor” (líneas 45-48). Sólo él puede determinar el curso de su propia vida y de su valor. Al mismo tiempo, sin embargo, quiere que su dominio controle a otros porque “yo soy el rey del mar, \ y mi furia es de temer.” En tener su control imponerse en la vida de los demás, el pirata se asemeja Don Juan Tenorio.

Don Juan toma orgullo de su poder sobre otros, en sus conquistas de mujeres y su violencia contra otros hombres. Dice “no hay hembra a quien no suscriba; \ y a cualquier empresa abarca….quien se precie, que le ataje; \ y a ver si hay quien le aventaje \ en juego, en lid o en amores” (líneas 488-495). Es salvaje en sus acciones, y su libertad de emoción y conducta es algo que se valora. En la entrevista con la directora de una versión moderna del teatro, Blanca Portillo, ella reconoce que la única cosa que puede salvar a él es el amor. La fuerza de las emociones, especialmente el amor, era otra tema de gran importancia en el movimiento de romanticismo, y por eso Don Juan Tenorio encarna más los valores románticos.