El burlador de Sevilla, es una drama en que tiene un personaje principal que conduce la trama en acciones que resultan en conflictos y finalmente, resoluciones. Tirso de Molina escribe una cuenta de Don Juan, un hombre con una reputación que describe por si mismo como ” Sevilla a voces me llama/ el Burlador, y el mayor/gusto que en mí puede haber/ es burlar una mujer/y dejarla sin honor” (1395-1399). Además Don Juan dice una y otra vez en la obra “Tan largo me lo fiáis” después de una una mala satisfacción, que significa su ignorancia e indiferencia a sus acciones que crea una trama que no puede parar. Todo sus acciones en la obra revuelvan sobre su identificación y personalidad como “el Burlador.”
Tirso de Molina comienza la estructura del obra en una escena del corte, un lugar en que un hombre como “burlador” sería algo bastante grave. El primer engaño de Don Juan (su seducción de Isabela) prepara el trama para complicaciones para Isabela, el corte y Don Juan en el futuro. Tirso de Molina usa muchas personajes de diferentes géneros y estados sociales para avanzar la trama a un climax y hasta un punto en que todos los engaños y “aventuras” de Don Juan tienen resolución. Él también usa muchas personajes para tener tantas líneas de cuentitos adentro la obra para crear una web de desaventuras para sumarse y crear una clímax tan grande.
Además Tirso de Molina usa sus personajes como “foil characters” para reflejar algo en la personaje de Don Juan, sus acciones, y la sociedad en la época. Las mujeres aristócratas en la obra cómo Isabela y Doña Ana, directamente reflejar la fragilidad de ser mujer en una vida dominante por hombres, y el machismo de Don Juan. Se puede ver en la carta de Doña Ana escribe en Jornada II cuando ella describe la manera en que no tiene poder en decidir amor en su vida (“Mi padre infiel/en secreto me ha casado/sin poderme resistir;/no sé si podré vivir/porque la muerte me ha dado” (1407-1411).) Tirso de Molina incluye personajes como Don Gonzalo y especialmente el Marques para añadir al machismo y impresión de un hombre que puede hacer lo que quiere (especialmente en términos de mujeres) en Don Juan. Cuando el Marqués y Don Juan habla de mujeres en Jornada II (1293-1315), está claro que no tiene algún respeto para algo otro de mujeres fuera de su belleza y su sexualidad. Este sentido, que es impulsado en los personajes de jovenes hombres, da otra vez, una razón, una delicia, y una aventura por todos los engaños de Don Juan. En la sociedad, esta retórica parece normal, como conversación diaria adentro de los hombres.
Tirso de Molina también incluye personajes y escenarios que yuxtaponen la personaje de Don Juan para mostrar su maldad. Principalmente, el personaje de Catalinón, provee una yuxtaposición de Don Juan, casi como la amistad de Don Quixote y Sancho Panza. Catalinón viene de un estado social completamente opuesto de Don Juan, pero tiene la razón y clara mentalidad que Don Juan falta. Además tiene la libertad para decir a Don Juan todo lo que piensa sobre sus malas acciones. Siempre dice que Don Juan va a pagar por sus pecados. Finalmente, él incluye escenarios bucólicos del campo para representar la libertad, la paz, y la belleza natural fuera del corte (casi en una manera parecida de las poemas Serranillas como La vaquera de la Finojosa). En estos lugares, las mujeres puede decir lo que quiere (se puede pensar en la personaje de Tisbea), y no hay reglas tan fijas como tiene mujeres como Isabela.
En total, Tirso de Molina crea una obra llena de drama en tres jornadas. La primera establece la gran problema del cuento (los engaños de Don Juan por su machismo y indiferencia), y empieza a crear el web de aventuras y contratiempos. La segunda jornada añade al web para construir un climax de la obra. Todos los personajes avance la trama como su yuxtaposición o reflexión del pro(¿an?)tagonista, Don Juan.
No estoy seguro, pero me parece que el final va a terminar la caída de Don Juan por sus malas acciones, pero pienso que lo único personaje que puede destruir Don Juan, es Don Juan. Vamos a ver.