La conversación entre Don Juan, Don Fernando, Estela, y Lisarda

La tercera jornada empieza con una conversación entre Don Juan, Don Fernando, Estela, y Lisarda. Comienza con Don Juan quejándose sobre ser emasculado y perder su honor. Es cómico, no solo en la ironía de ese hombre tan bruto está vulnerable por la misma razón de les ha causado a tantas mujeres, pero también él ignora todos los comentarios de Don Fernando con sus penas y problemas (y amor a Estela).

Cuando entran Estela y Lisarda, ellas le burlan a Don Juan como él burló a Leanor. Estela dice que:

“Siempre soy vuestra, don Juan, y quiera Dios que yo valga para serviros; veréis, cuán agradecida paga mi voluntad vuestro afecto.”

Por un momento, Don Juan regana su confidencia otra vez, diciendo “¡gran mudanza!”  Don Fernando puede ver que es una mienta inmediatamente, y Don Juan se da cuento pronto después. Le pide a Estela una respuesta a una pregunta que tiene: “¿Quién os dijo que en España serví, enamoré y gocé a doña Leanor, la dama de Sevilla?”

Otra ves ella le engaña a Don Juan, diciendo que fue Don Juan que le dijo a ella que él tuvo sexo y se enamoró con Leanor. Estela se burla de Don Juan, con el punto de él miente todo el tiempo. Pero en serio, cuando Don Juan trata de deducir quién le dijo, Estela lo acusa de tratar de burlarse, y dice que nunca le dijo nada. El y Don Fernando charlan que él fue bien engañado, y Estela y Lisarda sigan acusándole que el amante de don Juan le dijo.

Estela dice: “tened con las damas más firme correspondencia,” esencialmente diciendo que el necesita tratar a las mujeres mejor. Don Juan dice que el odio no es merecido, pero ella dice que Leonor recibió el odio real. Sorprendido, él sale.

Esta conversación causa que Don Juan afronte a Don Leonardo para aprobarse su honor.