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El existencialismo en “Walking Around”

Neruda empieza su poema “Walking Around”: “Sucede que me canso de ser hombre” (1). Explora la condición humana a lo largo del poema, yuxtaponiendo la vida tangible y mundial con sus sentimientos de aislamiento y frustración existencial. Continúa en la primera estrofa, “Sucede que entro en las sastrerías y en los cines/marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro/navegando en un agua de origen y ceniza” (2-4). Empieza el poema así para introducir su transformación propia de los temas modernistas con el tratamiento del símbolo del cisne y además, habla de la naturaleza del hombre como fugaz y temporal–“navegando en un agua de origen y ceniza” (4). También ilustra un cisne que no puede conectarse con su nacimiento ni su muerte humana, que revela la falta de profundidad que tenía el movimiento modernista, y el cisne como ser aislado sin encontrar la significancia en “un agua de origen y ceniza,” que representan, respectativamente, el nacimiento y la muerte (4).

En la tercera estrofa, enfoca en el cuerpo humano. “Sucede que me canso de mis pies y mis uñas/y mi pelo y mi sombra,” empieza (9-10). Neruda introduce imaginería del cuerpo humano y la idea existencial de buscar significancia en el mundo que no parece tener ningún sentido. Además, pinta la “sombra” con estas partes del cuerpo, que puede significar la falta de significancia que ha tenido su cuerpo físico en el mundo físico. “Sucede que me canso de ser hombre,” repite, que refleja la monotonía de la existencia (11).

En las útimas líneas, conecta Neruda lo físico y lo intangible. Escribe, “Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,/con furia, con olvido,” (40-1) como si fueron parecidos las partes del cuerpo, la ropa y los sentimientos. Su proyecta metafísica en “Walking Around” culmina en el paralelismo final de las cosas que consideremos “tocable” y las no tocables. Muestra Neruda el aspecto fuertemente subjectivo de aún las cosas que pensamos que entendemos bien.

Bécquer en la poesía de Jiménez

En la poesía de Jiménez, se ve la influencia de Bécquer en su escritura. En el poema “Anteprimavera,” escribe: “Mi barca parece/mi sueño, en un vago/mundo,” que parece mucho a la rima de Bécquer en que escribe, “En el mar de la duda en que bogo,/ni aún sé lo que creo/sin embargo, estas ansias me dicen/que yo llevo algo/divino aquí dentro”. Esta “inocencia becqueriana” de que trata la biografía de Jiménez en la lectura “Modernismo español” se ve en Jiménez, pero pienso que reinventa el romanticismo por sus papeles modernistas. Bécquer escribe “ni aún sé lo que creo,” mientras Jiménez describe su realidad como estar “en un vago mundo”. Es decir, toma Jiménez los temas de Becquér y los adopta para el movimiento del modernismo, que trata más de lo filosófico y cuestiona más la realidad.

Además, en su poema “Vino, primero, pura,” Jiménez escribe, “Y se quitó la túnica,/y apareció desnuda toda…/¡Oh pasión de mi vida, poesía/desnuda, mía para siempre!”. Cuando se compara con la Rima XXI de Bécquer (¿Qué es poesía?, dices mientras clavas/en mi pupila tu pupila azul./¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?/Poesía… eres tú), es aún más visceral, físico y sensacional que lo de Bécquer. Este ejemplo representa la diferencia entre el movimiento romanticismo y el movimiento modernista; Bécquer enfoca en los sentimientos, y Jiménez mueve de los sentimientos para hablar de la forma, del cuerpo y de las sensaciones vicerales. En estes poemas, Jiménez representa la parte del movimiento de la literatura modernista que enfocó en cambiar el estilo romanticismo por explorar la realidad.

La ley y el despotismo en “El calvo y la mosca” por Samaniego

En el poema “El calvo y la mosca” por Félix María de Samaniego, se reescribe una fábula de Aesop. En este poema neoclásico, cuenta la historia de una mosca que “pica” la cabeza calva de un varón. El calvo se molesta de la mosca y “tira un cachete, pero fuese salva” (5). La mosca contesta que el hombre ha cometido un crimen más grande que lo de la mosca porque la mosca simplemente lo picó y no le hizo mucho daño y la fuerza del hombre podría hacer mucho más daño. El calvo contesta que “coteja el agravio recibido/la condición humana,/según la mano de donde ha venido” (20-22). Esta perspectiva en la justicia satiriza la injusticia de una sociedad en que el castigo no es igual para todos que hacen el mismo delito solamente por su clase social, y critica “la condición humana” (quizás influido por tales autores como Hobbes) (21). En este poema alegórico, la mosca representa un obrero proletario y el calvo representa un déspota poderosa y cruel. Al mismo tiempo, el poema es sátiro porque el hombre mismo entiende que la condición humana ha hizo la vida muy injusta, pero él mismo se beneficia de esta desigualdad y la perpetua en vez de cambiarla. Las últimas líneas son así:

“que el grado de la ofensa tanto asciende
cuanto sea más vil aquel que ofende.

Muy distintas de otras versiones, son un tipo de sátiro de la falta de justicia en un gobierno autoritario y monárquico, en que la ley no aplica a todos igualmente. En lugar de tener un mensaje de la culpa del calvo por enojarse tanto de la mosca, la reescritura por Samaniego tiene un mensaje político (Poesía española del siglo XVIII 4). Samaniego combina el neoclasicismo y la política de la época de la Ilustración en este poema poderosamente político y filosófico.

 

La sexualidad de Diana en El perro del hortelano

Vemos por primera vez la presencia y urgencia de la sexualidad de Diana en la primera escena de jornada una:

¡Ah, gentilhombre! ¡Esperad!
¡Teneos! ¡Oíd! ¿Qué digo?

¡Hola! ¿No hay aquí un criado?
¡Hola! ¿No hay un hombre aquí? (Vega 37)

En esta escena, Diana piensa que algún hombre ha enterado su palacio. Cierto, busca a un hombre porque tiene que asegurar que no hay varones desconocidos en su palacio, pero al mismo tiempo, lo dice con cierta urgencia y fuerza. Pienso que su búsqueda para hombre no apoya el tropo de la damisela en apuros por la fuerza y agencia con que habla Diana en este momento. No espera que Fabio o Otavio llamen por el intruso; lo hace por sí misma. Por eso, pienso que esta primera escena alude a la sexualidad de mujer como motivo en esta obra.

Otro ejemplo de la sexualidad de Diana es el simbolismo del sol que se repite entre la obra para representar el personaje de Diana. En línea 125, Fabio dice, “Ícaro al sol no subía/que, abrasándole las plumas,/cayó en las blancas espumas/del mar?” con respecto al “ladrón” (Ícaro) y la perseguida, o sea, Diana el sol. Otra vez Diana se refiere a sí misma como sol en respuesta al comento de Teodoro, “Mas pintaron a Faetonte/y a Ícaro despeñados:/uno, en caballos dorados,/precipitado en un monte,/y otro, con alas de cera/ derretido en el crisol/del sol” (819-24). Responde Diana, “No lo hiciera el sol/si, como es sol, mujer fuera” (825-6). Este intercambio reconoce el tropo de la mujer como objeto sexual, o como seductora que tienta a los hombres. Sin embargo, la sexualidad ardiente, aún “peligrosa”, pertenece a Diana misma y la controla.

Al final de la primera jornada, Teodoro dice, “Pero si ellas nos dejan cuando quieren/por cualquiera interés o nuevo gusto,/mueran también como los hombres mueren” (1184-6). Habla más de Marcela que de Diana, pero sí reconoce la sexualidad y el amor de la mujer. Es un cambio radical pensar en las mujeres como seres sexuales parecidos a los hombres, y no como damiselas en apuros que necesitan que alguien le ayude.

 

Producto de su tiempo: el mercantilismo, “carpe diem” y el amor loco en Lope

La película Lope tiene que ver con la vida del joven Félix Lope de Vega. En esta película, vemos que Lope fue producto de su tiempo, el Siglo de Oro. Ejemplos de eso incluyen refutar el sistema de feudalismo, desear vivir en el presente, y la lucha entre el amor cortés y el amor loco.

Cuando Lope demuestra sus habilidades en escribir las obras del teatro y la poesía, Jerónimo Velázquez oferta a Lope que perdonaría su deuda si Lope escribiera para él solo. Esto es parecido al sistema feudal, y Lope lo refuta para escribir y producir sus obras por su mismo. Esta refutación es crítica porque subraye el poder del individuo y enfatiza la inminencia del mercantilismo y pre-capitalismo.

Además de eso, se ve la presencia del ideal de “carpe diem” durante esta época. El ideal de “carpe diem” se muestra en las palabras de Isabel, en cuenta a su aventura con Lope—“solo vivimos en el presente”. Lo vemos también en hecho de su aventura prohibida; quieren viajar juntos y desafiar las expectativas de lo que hagan para perseguir el ideal de placer y felicidad en el presente.

 

Otro tema de Lope es lo de la lucha entre el amor cortés y el amor loco. El amor cortés es el amor puro y platónico entre miembros de la misma clase social; el amor loco es prohibido, sexual, erótico, lleno de pasiones y deseos y para él no importan las clases sociales. Aunque sería buen idea por Lope entrar en una relación y matrimonio con Elena Osorio, hija de Jerónimo Velázquez y alguien que podía ayudar a Lope en su carrera, escoge Isabel de Urbina, que ya tiene marido. Su amor es basado en lo sexual y lo del momento presente; dice Lope que quiere que vayan a los Américas u otro estado en Europa y vivir juntos allá.

Lenguaje accesible en “Coplas por la muerte de su padre”

En “Coplas por la muerte de su padre”, Manrique emplea la anáfora para enfatizar e implorar. Se ve esto en las estrofas I, III, XVI, XVII, XXVI y XXVII en particular. Esta elegía es escrito en una manera muy accesible, y la anáfora es una herramienta que usa Manrique para lograr esta meta. No observemos mucha del lenguaje complejo ni de la metáfora. Por ejemplo, se escribe en la estrofa XXVI sobre su padre:

¡Qué amigo de sus amigos!,
¡qué señor para criados
y parientes!,
¡qué enemigo de enemigos!,
¡qué maestre de esforzados
y valientes!,

¡cuán benigno a los sujetos!,
y a los bravos y dañosos,
¡qué león!

Bueno, se emplea la metáfora simple aquí: la del león. Además de la anáfora, vemos el uso de la alusión y el poder de la experiencia compartida en esta sección de la elegía. Compara su padre a Julio César y Aníbal en sus habilidades de la guerra, y continúa con escribir sobre la historia cristiana compartida de la violencia y la guerra contra los moros en la estrofa XXIX:

No dejó grandes tesoros,
ni alcanzó muchas riquezas,
ni vajillas,
mas hizo guerra a los moros.

Este tipo de lenguaje es familiar al lector y puede él entender y apreciar las buenas obras del padre de Manrique entre una vista “nacionalista,” o sea, religiosa. Además de eso, Manrique usa la imaginería masculina para capturar a sus lectores, citando “la Muerte” que dice que su padre tiene un “corazón de acero” (XXXIV).

Eses son pocas de la miríada de maneras en que emplea Manrique lenguaje sencillo para conectarse con sus lectores, y ¡escribí sobre solamente un tema en este poema largo e interesante! Ya que este poema fuera tan accesible, lo entendí mejor que muchas otras lecturas en español y ¡estoy emocionada por discutir sobre él mañana en clase!

Ali

Mi experiencia con la cultura marroquí y andaluza hoy en día

Durante las vacaciones del invierno, viajé a Marruecos por un mes para continuar mis estudios de árabe allá en la ciudad de Rabat. Para celebrar el año nuevo, tomé un tren, un ferry y un bús para llevarme a Andalucía por la fin de semana larga. Me quedé en Tarifa, la ciudad del puerto de los ferry de Marruecos y también en Granada. Tuve algunos experiencias durante este tiempo que (se lo prometo) tienen algo que ver con las lecturas.

La noche de 31 diciembre fui de Granada a Tarifa por bús. El último bús no había, y tenía que montar un taxi a Tarifa. El taxista aceptó llevarme de Algeciras (se pronunce “aldjezeeras”, una palabra claramente árabe) a Tarifa, pero estaba un poco enojado porque fue cerca de medianoche, pero no tenía ninguna otra opción. Fuimos a un cajero para que saque yo algo de dinero para el taxi. Habían unos jóvenes cerca del cajero y el taxista dijo “Voy contigo”. Después de volver al taxi, el taxista los llamó “moros” y dijo que eses moros “no cenaron con sus familias en el festivo” y se quejó acerca de los “moros” y sus familias (de verdad, la noche antes del primer día de 2016 cené y comí el pastel con mi familia anfitriona marroquí—sí, por la mayor parte celebramos con sus familias en una manera decente). Aquí ví la tensión racial y de la inmigración de Marruecos y Norte África a Andalucía. Para mí, me recordó de la tensión racial en los Estados Unidos (el Sudoeste en particular); los “inmigrantes” son, por la mayor parte, los indígenas de esta tierra (y no los europeos). Veo algo parecido en Andalucía con la inmigración marroquí y esta relación.

Tambíen conocí a una mujer andaluza musulmana del campo de la provincia de Granada. Se llama Hafsa y me enseñó un montón sobre los parecidos entre la cultura andaluza y la “islámica”. Me dijo que su padre (no es musulmán) se lavó (y le enseñó a Hafsa lo mismo) después de usar el aseo en la misma manera que se lavan los musulmanes en el ritual de la “ablución” antes de rezar. Esto es un ejemplo de la cultura que se ha quedado por mucho tiempo a pesar del reino católico y los reinos siguientes.

Me pregunto—¿cómo vamos a recordar esta historia islámica en la región de Andalucía? ¿Cómo vamos a luchar contra el paradigma racista que enfoca en la cultura occidental, capitalista y colonialista (sí, reconozco que los musulmanes también fueron colonialistas—el imperio otomano)?

Discúlpenme por escribir tanto (y no sé si el sujeto es apropiado por esta tarea). Mientras leía las lecturas, pensaba en mis amigos y conocidos en el otro lado del océano Atlántico y el sujeto llevaba un tipo de urgencia e inmediatez para mí.