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La representación de Neruda en Neruda

Es difícil para mi conectar mi visión de Pablo Neruda como poeta y figura histórica con la representación de él en la película Neruda. Digo esto porque la historia dice que él realmente fue el hombre del pueblo y la vida de la resistencia en Chile, y por alguna razón parece que el director estaba tratando de negar, o quizás reducir, la autenticidad de estas afirmaciones. Obviamente, no sea experto en la historia de Neruda, entonces no voy a desarrollar una opinión fija de él basada en una película. En cualquier caso, es interesante analizar lo que hace la película para alejarse Neruda de su titulo como héroe del pueblo.

Un personaje quien contrasta mucho con Neruda es su guardaespaldas. Él está representado como un chico bajo y estoico quien resiste y sufre porque necesita. Creo que él es el revolucionario real mientras Neruda parece como el revolucionario político. Neruda, en la película, parece obsesionado con la estética de resistir, pero no comprende lo que costa a los otros resistir. Se puede ver como trata al futuro de Chile como una de sus obras cuando el sale un rastro para el prefecto esconderle. También, se puede ver cuando conduje a la casa del presidente y toca la bocina. Parece como una acción sin significado y solo para su imagen. En mi opinión el contraste entre la guardaespaldas y Neruda representa Neruda como alguien con el privilegio de resistir sin sufrir.

Otra escenita que demuestra la misma idea es al fin cuando vemos Neruda empapada en el champagne con las prostitutas y inmediatamente después vemos el guardaespaldas en la cárcel. Es posible que esta representación de Neruda es resulto de contar la historia desde la perspectiva del oficial, su enemigo, pero realmente no sé.

Interpretaciones del Camino y el Caminante

La idea de caminar está prominente en He andado muchos caminos y Proverbios y cantares XIX y XLIV de Antonio Machado. Creo que palabras como “caminar” y “andar” están repetidos en las obras de él porque tiene tantos connotaciones y representaciones la idea de caminar y del camino. Se puede ser función física del cuerpo humano, identidad de un vagabundo, o travesía interna. Por eso, el tema es accesible a todos quienes leerlo, lo que es poderoso en un clima tan dividido como España durante la generación del 98.

Creo que Proverbios y cantares XIX representa el camino de la vida que todos andan. La referencia directa al caminante deja al lector tomar la identidad del caminante. También, la repetición de “Caminante” con mayúscula, se hace más personal la relación entre el narrador y el caminante, lo que hace más informal y accesible el poema para cualquier tipo de lector.

Es interesante que sea tan accesible Proverbios y cantares XIX mientras expresando un énfasis en el individualismo. La idea que “son tus huellas / el camino y nada más” conecta al tema de la vida interior porque dice que cada persona necesita desarrollar su propio camino interno. Me gusta también la línea “Caminante no hay camino / sino estelas en la mar” porque presenta una idea única y muy abstracta sobre la condición humana. Pienso que está diciendo que gran parte de la experiencia de la vida es en la memoria y como el “camino” de la vida está visto solamente retroactivamente.

No sé si Machado tenía interés en la identidad de los países latinoamericanos, pero creo que la idea del camino individual se puede aplicar a la búsqueda para identidades latinoamericanas fuera del influye europeo de esa época. Cuando dice “y al volver la vista atrás / se ve la senda que nunca / se ha de volver a pisar” puede ser referencia a la memoria de España lo que tiene Latinoamérica, una memoria que no tiene, o no debe tener, impacto a las huellas del presente.

Las Identidades de Don Juan y Hila

Me interesó mucho las discusiones de la identidad de género y su papel en el teatro que facilitó Harley Erdman en su charla sobre La Serrana de la Vera. Creo que fue el momento perfecto escuchar al trabajo de Harley Erdman mientras estábamos leyendo Don Juan Tenorio. Los dos exageran el género, mientras en formas muy diferentes, para informar y motivar los personajes y las relaciones entre ellos. Obviamente, el género ha tenido un role en casi toda obra que hemos estudiado, pero creo que La Serrana de la Vera y Don Juan Tenorio son ejemplos extremos.

La identidad de Don Juan está, obviamente, arraigado en una masculinidad tóxica. Es interesante comparar lo que usa José Zorrilla para hacer híper masculino Don Juan, y lo que contribuye a la identificación como hombre que tiene Hila. Se puede ver los aspectos de su identidad que valora Don Juan cuando describe él su rutina con compañeros sexuales. Dice que toma “uno [día] para enamorarlas, otro para conseguirlas, otro para abandonarlas, dos para sustituirlas, y una hora para olvidarlas” (686-690). El enfoque en el numero demuestra que, para él, su sexualidad y masculinidad está basada en el orgullo y el poder. También, es notable como el conteo en el dialogo elimina completamente cualquier sentimiento de emoción en su descripción. En contraste, Hila, según las descripciones de Erdman, usa su fuerza para proteger a su gente y obtener el respecto de otros. No sé si estoy representando Hila con exactitud, pero creo que es más humanista en su poder en vez de sociopatica en su búsqueda para más poder, como Don Juan.

Es interesante como usan los dos sus sexualidades para ejercer poder. Utiliza sus poderes de seducción para conquistar sus víctimas. En los ojos de Don Juan, la acción de tomar el honor de una mujer aumenta su estatus como macho alfa y le da a él más poder sobre hombres más ineptos. En el caso de Hila, usa su sexualidad para seducir a hombres y después usa su poder físico para matar a sus enemigos. Es intrigante ver un personaje hembra ejercer poder sexual y física simultáneamente porque frecuentemente en obras tradicionales el poder que tiene la mujer es intelectual o emocional, pero no física. Un ejemplo de esto es el poder menor emocional que tiene Inés sobre Don Juan que realmente no pare la manipulación de él a ella. No estoy diciendo que el poder físico es lo mejor, sino que es refrescante ver una mujer ejercer poder en facetas multiples en una obra tan vieja.

El elitismo en el Iluminismo

La Independencia de Tomás de Iriarte utiliza el tono personal para crear una manual para la vida independiente fuera de la cultura de la aristocracia. El lenguaje que usa él es relacionable para los lectores, pero todavía pone él por encima de los de la horda. A la superficie el poema parece como consejos, y si es, pero todavía hay elementos de condescendencia y elitismo adentro.

La segunda estrofa aborda dos temas con que casi cada lector podría relacionarse en una manera u otra, el sexo y el estatus. Rechaza los dos francamente en una manera en que realmente no es realista para muchos. Es decir (más en el caso del estatus) cuando dice “y aun menos de la corte y su bullicio, pues de fingir y de adular no entiendo” (7-8) es un poco ignorante a su privilegio y la realidad de la “horda” quien está leyéndolo. La habilidad de rechazar la corte es un lujo que tiene este autor aristócrata, pero quizás no alguien que está luchando contra la pobreza o la discriminación. Entonces, el uso de la primera persona no realmente hace tan accesible el poema.

Un elemento que también añade al tono altivo es el uso del personaje Fabio. No sé si hay alguna importancia alrededor del personaje, pero a mí parece él como un recurso del autor para fija la ignorancia de la cultura que está rechazando en el poema. Cuando escribe “del oro, como muchos, no dependo, Fabio, pues ni le guardo ni codicio” (1-2) subestima a Fabio cuando dice su nombre en la mitad de la oración como él fuera su estudiante o su hijo. El poema continua con los consejos pomposos de vida de Tomás de Iriarte sin algún diálogo de Fabio. Es posible que el personaje solo exista para dar una audiencia al narrador, pero creo que el resulto es un tono no accesible sino excesivamente elitista y desdeñoso.

Las Dinámicas de Género y Poder

La segunda jarcha de El Perro del Hortelano está marcada por los conflictos internos de Diana, Teodoro, y Marcela entre el amor, el estatus y el honor. Realmente, Marcela no está preocupada con el estatus como Diana y Teodoro, pero está dedicada a conservar el honor de su señora.

Se puede ver parte del conflicto de Teodoro en las opiniones de Tristán, quien actúa como voz de razón para él. En su monologo en las páginas 84-85, Tristán implica que la duración del amor no es suficiente para el matrimonio. Dice que “los amantes boticarios del amor, que como ellos las recetas vais ensartando papeles” (líneas 1374-1377) cuando Teodoro cuestiona las contras de dejar Marcela para Diana. Este tema de amor breve conecta a la metáfora común que describe el amor como enfermedad. La escena termina con la elección del estatus cuando Teodoro revela que tratará de volverse conde de Belfor.

Es interesante que la misma lucha existe en Diana, pero en reverso. La elección obvia, que todos sus sirvientes apoyan, es mantener su estatus y honor a pesar de sus sentimientos. La única persona quien incentiva a Diana seguir su corazón, Anarda (la voz de razón de ella), convence a Diana que “quien tiene tanto poder pasa del límite humano” (líneas 1654-1655). En el conflicto entre Teodoro y Diana, él empieza en el lado de amor y llega a priorizar el estatus mientras Diana empieza a perder su preocupación por el honor ante su amor. El hecho que la protagonista varón persigue el poder cuando la mujer persigue el amor es un ejemplo de role de género. Estos roles contraste con la jerarquía social entre los dos en una manera que genera la pregunta quién está manipulando a quién.

El Soneto Barroco

La similitud entre la poesía de Garcilaso de la Vega y Luis de Góngora es considerable a pesar de los títulos diferentes de sus estilos respectivos.  Los dos estaban separados de casi dos generaciones, y es evidente en las estructuras de sus escrituras. Pero, todavía en la naturaleza contrastivo del harmonio del renacimiento y el desorden del barroco hay paralelos en lo que los poemas están diciendo.

El Soneto XXIII de Garcilaso suena tan similar al Soneto CLXV de Góngora. Los dos hablan de la belleza de una mujer en el contexto secular de la naturaleza. La mujer en el Soneto XXII está comparada a la rosa, con su belleza y también fragilidad. La segunda estrofa describe su pelo, y como responde al viento cuando dice “y en tanto que el cabello, que en la vena del oro se escogió, con vuelo presto, por el hermoso cuello blanco, enhiesto, el viento mueve, esparce y desordena”. La lengua es bastante bonita, pero todavía enfoque por lo general en lo literal. Esta descripción rica pero enfocado es típica de la fascinación con la forma humana en la poesía del renacimiento. Por otro lado, las metáforas que describen María en el Soneto CLXV de Góngora son significantemente más complicadas con menos referencias al cuerpo real. Él describe sus rasgos como fenómenos en la naturaleza y después añada los mitos romanos para más enrollar la metáfora. Creo que la referencia a la mitología romana (cuando dice “de la edad Febo eclipsado y el claro día vuelto en noche obscura”) es típica de los dos estilos, pero la dimensión de complicación que presenta Góngora es ejemplo de la complejidad formal del barroco. Creo que la cita de Febo refiere a María cerrando sus ojos, para dormir o morir, porque más antes dice que “Febo en tus ojos”.

El ritmo es casi lo mismo en los dos, obviamente porque los dos son sonetos, pero el nivel de detalle que entrega el soneto de Góngora en una estrofa es mucho mayor que el gemelo en el soneto de Garcilaso.

La humildad y la muerte

El Poema Coplas por la muerte de su padre es sorprendentemente accesible cuando considera que estaba escrito por un héroe de un noble. El gran tema del poema es, obviamente, la muerte y lo que pasa a las personas muertas. Con ese tema son ideas del amor, lo material, la belleza, y la naturaleza temporal de ellos. Es un poema accesible porque habla de temas que son filosóficos, pero todavía son parte de la vida de cada persona. pienso que el autor cree que un parte hermoso de la muerte es que se vuelve cada persona al mismo nivel.

La undécima estrofa del poema discute la jerarquía falsa basada en la riqueza y el poder que sigue la sociedad. Habla de los legados de los reyes y dice esencialmente que no existen cuando dice en las líneas 156-161 “Esos reyes poderosos que vemos por escrituras ya pasadas, por casos tristes, llorosos, fueron sus buenas venturas trastornadas”. Es interesante que tiene esta opinión el autor porque su padre, quien es el sujeto del poema, era uno de los militares más poderosos de la época. Es admirable que Manrique pueda ver que, a pesar de las conquistas de su padre, el aspecto más significado de su vida fue el contenido de su carácter. Da más detalles de estas características al fin del poema en las líneas 306-308 cuando declara “¡Qué seso para discretos! ¡Qué gracias para donosos! ¡Qué razón!”.

Otro aspecto interesante de la undécima estrofa es la mención de la muerte. Dice que “papas y emperadores y prelados, así los trata la muerte como a los pobres pastores de ganados”. Es interesante que la muerte no es un concepto sino una persona. Además, esa persona es casi divina pero no es Dios. Obviamente, es un tropo común hablar de la muerte como persona, pero el hecho que la muerte es una mujer añade algo a los temas del poema. Parece similar a las conexiones de que hablamos en clase entre el amor y el sufrimiento, que usualmente se centran en una mujer en la poesía del tiempo. Quizás Manrique querría decir que la muerte es algo que da miedo y a veces dolor, pero todavía es algo natural y preciosa.

La Edad Media

Creo que el aspecto más interesante de la lectura sobre poetas en la península Ibérica era la colaboración entre los musulmanes, cristianas, y judíos en esferas artísticas. La superposición de las diferentes idiomas en un poema singular es algo que nunca he visto.

Es interesante ver no solo la intersección entre las lenguas, pero también la intersección entre la folclore y religiones de las culturas diferentes. La jarcha del poema El Mercader de Sedas de Málaga habla de Ibrahim, una profeta común del cristianismo, judaísmo, y islam. La linea “Señor mío Ibrahim, oh nombre dulce” tiene sentimientos de familiaridad y ternura pero al mismo tiempo hay un tono de respeto con el título “Señor”. Es una combinación de amor y fe con una figura tanto humano como divino que se puede ver entre los tres religiones conectados. No es sorprendente que esta “convivencia pacífica” culminó en “la edad de oro” del poesía en la península Ibérica.